miércoles, 13 de enero de 2010

Las tres etapas de la primera infancia (II) Todavía en la primera etapa del desarrollo, seguimos con los estímulos que proporcionan al bebé un vínculo con el mundo que le rodea: El sonido Ya antes de nacer, el bebé se relaciona con el mundo exterior a través del sonido. Los latidos del corazón de la madre, su voz, en un inicio, y todos los sonidos del ambiente en que se cría, más tarde, le proporcionan un marco de seguridad esencial para su desarrollo. Algunos objetos que pueden aportar sonidos a una habitación infantil en esta etapa, son:
  • Reloj de tic-tac
  • Metrónomo
  • Música clásica
  • Grabaciones de sonidos de la naturaleza
  • Móviles con sonido propio
  • Campanas tubulares ante una venana abierta

El tacto

Los vínculos táctiles son fundamentales en la primera infancia. No sólo, y por supuesto, el contacto con la madre y, en general, con otras personas cercanas, necesidad que trasciende la infancia y nos acompaña toda la vida y que probablemente tenga su origen en el sentimiento de seguridad y calidez del útero.

El niño necesita diferentes experiencias táctiles que le exciten y le motiven, y hay que ofrecerle tanto materiales (en objetos de juego, prendas de vestir, ropa de cama...), como entornos que se las proporcionen. En este sentido, el contacto táctil directo con la naturaleza ofrece experiencias únicas: la brisa sobre la piel, la diferencia térmica entre zonas en sombra y soleadas, sentarse sobre la hierba o la arena...

1 comentario:

  1. Mamis, si os gusta coser, se me ocurre que podeis hacerle una manta para el suelo con retales de diferentes telas con distintos colores y texturas, seguro que le gusta y os sentireís orgullosas de haberlo hecho vosotras.

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