lunes, 22 de marzo de 2010

Cómo pueden descubrir el mundo los niños

Aunque un tanto apartado del objetivo central de este blog, que es el estudio del entorno como elemento motivador o limitador en la infancia, voy a dedicar el post de hoy a reproducir un extracto del libro "Todo lo que hay que saber a los siete años" de Donata Elschenbroich. No voy a entrar aquí a hacer un resúmen del libro, cuya lectura recomiendo, sólo diré que me parece muy interesante el planteamiento de que hay muchas experiencias que difícilmente se dan en la vida de la mayoría de los niños, que los adultos estamos en condiciones de proporcionar a nuestros hijos, abriéndoles con ello nuevos horizontes y expectativas, nuevas maneras de entender el mundo. Naturalmente es una lista abierta, y además, de las más de cien entradas que figuran en el libro, sólo mencionaré unas cuantas. Me gustaría saber si os parecen tan interesantes como a mí: "Conocimientos del mundo: Qué debería conocer o haber experimentado un niño de siete años. Estímulos, experiencias, intuiciones, preguntas...
  • Haber podido preguntar cómo se forma la vida.
  • Poder realizar cuatro tareas del hogar.
  • Haber estado en una librería, en una iglesia (o mezquita, o sinagoga...), en un museo.
  • Haber cambiado o ayudado a cambiar a un bebé.
  • Haber cogido moras de un arbusto.
  • Haber oído tocar un órgano en una catedral.
  • Querer ganar y saber perder.
  • Donar al mendigo o al músico callejero.
  • Tener la experiencia de que se ponga en práctica una propuesta de mejora realizada por uno mismo.
  • Haberse metido en un arroyo.
  • Haber sembrado y cosechado.
  • Haber mediado en una pelea. Haberse mantenido al margen de una pelea.
  • Recordar una promesa cumplida.
  • Haber vivido la naturaleza como amiga y enemiga. Como necesitada de protección y como agresiva y peligrosa.
  • Haber compartido con un adulto una cuestión sin resolver."